Esa persona especial.

Me pregunto si yo también pasaré la vida entera con esa persona especial. Esa que todavía no conozco, pero que sé que el destino tiene plantado en mi destino. 

Pienso que la vida es un camino, pero no uno recto, ni uno trazado en mitad de la hierba, ni siquiera una con una sola dirección. No. 

Es uno con curvas, montañas y cuestas espinadas. Por el camino hay gente. Algunos sólo están en las laderas y en los trayectos llanos, pero después cuando se presenta un bache ya han desaparecido. Otros aparecen esporádicamente, y te ayudan en lo que pueden, en la medida de sus posibilidades. Y después están los que siempre te acompañan en el camino. Y cuando digo siempre es siempre. Te ayudan cuando el camino se hace cuesta abajo, pero también cuando se hace cuesta arriba. Están para subir y bajar montañas. Te van quitando piedras del camino, y aquellas en las que a pesar de su ayuda te caes, te ayudan a levantarte. Curan tus heridas cuando te hieren. Secan tus lágrimas cuando crees que queda mucho por delante. 

Pero cuando pienses que no te quedan fuerzas y que todo es imposible, di en tu cabeza una y otra vez: Siempre hay un mañana. Tras cada noche siempre hay un nuevo amanecer. Y, ¿ quién sabe? Quizás una de esas personas que aparecen esporádicamente en tu vida, llegue para quedarse y se convierta en la especial. Con la que pasar el resto de tus días recorriendo juntos este largo camino.

Esta es la historia.

Esta es una historia. La historia de Alba y Pedro. De como sin conocerse de nada, fueron un día, lo más importante el uno para el otro.

Alba ya estaba enamorada de otro chico mayor que ella. Pero él le dijo que debían esperar más tiempo, cuando no hubiera tanta diferencia de edad entre los dos. Alba se hizo la fuerte y la madura y un ''vale'' le contestó. Esa noche lloró. Por impotencia, por rabia. Por el miedo de que él la sustituyera por otra.

Al día siguiente fue cuando Pedro entró en su vida. Así, de repente. Ella  con el corazón destrozado y él... digamos que lo tenía libre. Todos le decían a Alba la facilidad con la que Pedro se enamoraría de ella. Pero lo que ella no supo fue que entre miradas, risas, peleas y días con ausencia de sueño, se enamoró de él. No fue de un día para otro, ni mucho menos. Pero cada noche hablaban en secreto. Hasta que las despedidas con:  ''adiós, un beso'' se convirtieron en: ''te quiero mucho, descansa'' y por último en: ''te amo, mañana hablamos''. Y ahí fue, en ese justo momento cuando ella se dio cuenta de que estaban enamorados.

Esas noches en las que se acostaban a las cinco de la mañana, esos '' eres la primera persona que busco en el chat para hablar'', esas miradas eternas. Todo eso que Alba creía infinito, se fue disipando poco a poco. Acabó el verano y se llevó todo lo bonito. Llegó septiembre, la rutina y que ella la promesa de quererse para siempre.

Pero esa promesa no se cumplió.

¿Lo malo de esta historia? Que Pedro en realidad no se llama Pedro. Y esa Alba soy yo, Ana.

Y ahora estoy en ese punto en el que no sé que hacer, si pasar página, o directamente cambiar de libro. Entre la espada y la pared, en seguir queriéndolo o olvidarme de él de una puñetera vez. En realidad creo que ya no es cómo hace un par de semanas en las que me conformaba con un ''hablamos mañana mejor'', porque sé que ese mañana nunca llegará. No al menos el mañana que yo quiero contigo, que sería un mañana a tu lado.

Cada vez me quedan menos esperanzas de que vuelvas a ser el mismo de antes. El chico del que yo me enamoré. Cada vez estoy más desmotivada contigo y tu actitud. Supongo que algún día te darás cuenta de tu error, y ya será tarde para aprovecharme. Pero bueno, no se valora lo que se tiene hasta que se pierde, ¿no? Pues cuando yo me haya disipado por completo de tu vida, entonces te darás cuenta tú.

Sólo hay dos cosas por las que te doy las gracias. La primera por haberme echo pasar tan buenos ratos, ratos en los que era real y plenamente feliz. Y la segunda porque gracias a que entraste en mi vida, me ayudaste, inconscientemente a superar un bache. El del chico mayor que me gustaba, el del principio de la historia.

Nada más que decir. Guardemos un minuto de silencio por aquellas conversaciones que duraban horas y ahora apenas quince minutos.

Dí, y haz lo contrario.

''Odio la gente falsa'' dijo una falsa. ''Odio a la gente que critica por las apariencias'' dijo la chica que a los dos días criticó sin conocer. ''No te metas con el heavy metal'', al poco: ''¿Heavy metal? Que música tan oscura... ''La gente con mechas de colores son raras'' Reblogeaba fotos en tumblr de chicas con el pelo de colores. ''¿Uñas de negro? Eso es de góticos...'' Dos meses después se las pintaba de negro.

¿Queda clara la intención de la entrada no? Pues eso, que por mucho que digas que odias algo, al final...

Perdón por lo mal que expresé la entrada, aún así quien la lea, creo que habrá captado el mensaje.

Quién lo sigue, lo consigue.

Los sueños pueden hacerse realidad. Sí. Lo afirmo. Doy fe de ello. ¿Por qué? Porque lo he vivido. Porque he visto como hemos luchado para conseguirlo. Todo el dolor, el sufrimiento, las lágrimas que hemos derramado para que esto se hiciera posible. Ha llevado su tiempo conseguirlo. Meses y meses que se hacían interminables. Pero quien lo sigue lo consigue. Quién pone esfuerzo y paciencia  puede conseguir todo lo que se proponga. Por muy largo que sea el camino, por muchas veces que te tropieces. Todo se puede lograr, no te rindas. Si te lo dice una perdedora nata, tú podrás conseguirlo. 

Se avecinan cambios, cambios a mejor. 

Lo importante no es llegar a la cima, sino nunca dejar de subir.

Recuerdo esa  tarde de invierno, tomabas leche con colacao en una taza. Fue ahícuando me contaste tu sueño. Anhelabas hacerlo realidad. Y así pasó.

Yo he sido como una más.

¿Y esas palabras bonitas? Se las decías a todas, ¿no? Esos 'para siempre', y esos 'te amo' también, ¿verdad? ¿Eso de hacerme sentir tan feliz te lo propusiste o tampoco lo hiciste a posta? Has cambiado tantísimo... ¡Esque pareces otra persona! Pero bueno lo haces con todas, y lo peor es que yo he sido una más. No sé que me duele más: el hecho de que como una imbécil te sigo queriendo o la realidad de que no soy la primera a la que haces sufrir...

Me habrás perdido.

Habrá un día en el que ya no te echaré de menos. Ya no me importará pasarme dos o tres días sin hablar contigo, sin saber nada de ti. Habrá un día en el que ya no me reiré con tus tonterías. En el que ya no tendré ganas de verte. En el que ya no te diré 'tequieros' inesperados.Ya no me amargaré porque te vea conectado y no estés hablando conmigo. Habrá un día en el que miraré atrás y sólo veré lo estúpida que era. Lo estúpida que era regalándote mi tiempo, mi sueño, mis sonrisas, mis tonterías... Me daré cuenta de que no vale la pena sufrir por gente a la que no le importas. Sí, habrá un día que yo me daré cuenta de que terminaste por salir de mi vida. Y también habrá un día en el que tú abrirás los ojos, girarás la cabeza y te darás cuenta de que yo ya no estaré. Que me has perdido y que somos extraños. Nada es eterno. 

Así de sola.

Como un oasis en medio del desierto. Como una piedra en mitad del camino. Como una mota de vida en un paisaje inerte. 

Así me siento yo. Así de sola. Con mucho que ofrecer en mi interior, pero a nadie a quien brindárselo. Como si a nadie le hiciera falta algo de mí. Todo el mundo parece tener a alguien que le llene por completo, todos menos yo, que siento impotencia al no poder ofrecer nada de mí a nadie. Y no porque yo no ponga ganas ni esfuerzo, sino porque parece que todos están demasiado centrados en otras cosas. Y esas cosas no soy precisamente yo.

Quiero empezar desde el principio.

Llevo intentando hacer esta primera entrada bastante rato ya...He ocupado como tres borradores.

Lo primero de todo es que voy a empezar de cero. Bueno de cero cero no, porque ya tengo otro blog, pero este es especial. Es especial porque llevo teniendo en mente Contando Estrellas desde hace mucho tiempo. Escribía las entradas que quería poner,incluso las fotos, pero nunca me decidí a crearlo. ¿Por qué? Pues ni yo misma lo sé. Creo que por miedo. Por miedo a no plasmar bien mis sentimientos, por no mostrarme tal y como soy. Por ser juzgada sin que me conozcáis.Por miedo a que después de un par de entradas, este blog se quede en blanco, como muchas de las cosas que intento iniciar, pero que acaban guardadas en un cajón.

Otro de los motivos es que mi otro blog no es anónimo. Ya lo conocía mucha gente, y por miedo a lo que dijeran de mí mis conocidos, pues no plasmaba lo que realmente sentía. Incluso había temas de los que no podía escribir, porque sabía que ellos lo leerían. En fin, creo que no era privado. Ese es otro gran motivo por el que hago este blog. Quiero empezar desde el principio.

Ser una desconocida a la que lleguéis a conocer muy bien.